España concedió una de cada 20 solicitudes de asilo en 2020, año de la pandemia, según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR); que denunció los obstáculos que encuentran los solicitantes y la acumulación de peticiones pendientes de resolver, más de 100.000.
El número de personas solicitantes de protección internacional en 2020 se redujo 25%, al pasar de 118.264 a 88.762; sin embargo, fue alarmante el incremento de solicitudes de protección internacional de menores, que supusieron 4% del total, según la fuente.
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Lo que sí aumentaron fueron los permisos de residencia por razones humanitarias, que se autorizaron a cerca de 41.000 personas, en su práctica totalidad procedentes de Venezuela; una medida que permite residir y trabajar temporalmente en España, pero que no implica ningún tipo de ayudas.
Respecto a la resolución de los expedientes de asilo, se produjo una notable agilización y España fue el tercer país europeo que más peticiones resolvió: 116.614, el doble que en 2019 y casi 10 veces más que en 2018; pero, aun así, está en los últimos puestos de Europa en la concesión de asilo; con 5% de las solicitudes favorables frente al 33% de media comunitaria.
La principal vía de entrada de solicitantes de asilo fue la aérea y los principales países de origen fueron Venezuela (28.365); Colombia (27.576) y Honduras (5.536).
Para Galán, la falta de otras alternativas para poder migrar provocó que el sistema de asilo «haya sido una vía para entrar de manera más legal a España».
Arribaron a las costas de manera irregular más de 40.000 inmigrantes
Por otra parte, pese a la pandemia y el cierre de fronteras, el año pasado arribaron a las costas españolas de manera irregular más de 40.000 inmigrantes -23.000 a través de las Islas Canarias (Atlántico).
La directora de políticas y campañas de CEAR, Paloma Favieres, reprochó el escaso reconocimiento a las víctimas de persecución por parte de agentes no estatales (pandillas; bandas criminales o familiares) cuando las personas carecen de protección efectiva por parte de las autoridades de su país de origen.
Desde CEAR también denunciaron que, pese al descenso en 2020 de llegadas a través de las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, fronterizas con Marruecos en el norte de África; las devoluciones inmediatas (en caliente) a ese país se siguen produciendo, sobre todo durante la entrada masiva de inmigrantes a Ceuta de hace un mes; pese a que tanto el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo como el Tribunal Constitucional español han fijado las garantías legales que deben exigirse.
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