- Cinco países (Alemania, Austria, Dinamarca, Suecia y Noruega) aplican desde mayo de 2016 controles de pasaportes en algunos puntos fronterizos de su territorio.
La circulación sin controles se ha convertido en una de las principales víctimas de las crisis terrorista y migratoria que sufre Europa. La Comisión Europeapresentará a finales de mes una modificación de las reglas que regulan el espacio Schengen para adaptarlas a los nuevos retos. La iniciativa se produce poco después de que cinco países europeos, liderados por Francia y Alemania, se hayan dirigido al resto para pedir extender de dos a cuatro años los controles excepcionales en fronteras internas.
Cinco países (Alemania, Austria, Dinamarca, Suecia y Noruega) aplican desde mayo de 2016 controles de pasaportes en algunos puntos fronterizos de su territorio. El motivo esgrimido en su momento era la falta de control de las entradas en Grecia, algo que se ha corregido en buena medida. El último permiso otorgado vence en noviembre y la Comisión insiste en que no habrá otro, pero los Estados se inclinan por mantener los chequeos.
El fenómeno terrorista vence las resistencias iniciales del Ejecutivo comunitario a introducir más trabas en la circulación sin pasaportes del espacio Schengen. El comisario de Migración, Dimitris Avramopoulos, ha admitido que las normas actuales presentan ciertas carencias para luchar contra el terrorismo. “La Comisión reconoce que hay nuevos retos de seguridad y puede que el actual código de fronteras no esté suficientemente adaptado”, ha señalado en conferencia de prensa. Pese a todo, Avramopoulos ha sugerido que no dará carta blanca a cualquier suspensión temporal de Schengen. Los chequeos internos que hoy aplican cinco países por la crisis migratoria desatada hace dos años “deben acabar en noviembre”, ha advertido. Con ese mensaje, el comisario da a entender que Bruselas será más flexible a la hora de aceptar controles fronterizos cuando estos se enmarquen en la lucha antiterrorista, pero a cambio de volver a la normalidad en la cuestión migratoria, hoy mucho más controlada que cuando se autorizaron esas excepciones.
Es que lo correcto es que ya hubiera un control de pasaporte, que no limita en lo absoluto ni vulnera normas europeas.