Algunos de los 267 solicitantes de asilo que Australia quiere expulsar a un centro de detención en alta mar tras un fallo judicial sufren cáncer y otras enfermedades terminales, dijo un alto funcionario del gobierno citado por la agencia de noticias Reuters.
El Tribunal Supremo de Australia confirmó la semana pasada el derecho del gobierno de deportar a los solicitantes de asilo detenidos a la pequeña isla del Pacífico Sur de Nauru, a unos 3.000 km al noreste de Australia. La decisión provocó críticas por parte de Naciones Unidas y desencadenó protestas, con líderes religiosos ofreciendo santuario a los solicitantes de asilo.
El centro de Nauru ha sido ampliamente criticado por las duras condiciones y las informaciones sistemáticas sobre abuso infantil y acoso sexual.
Algunas deportaciones podrían comenzar en cuestión de días, pero otras tendrían que ser tratadas por etapas, a causa de las enfermedades, dijo Michael Pezzullo, secretario del departamento de inmigración y protección de las fronteras. “En algunos casos estamos hablando de cáncer, estamos hablando de todo tipo de enfermedades a largo plazo,” dijo en una audiencia parlamentaria. “Lamentablemente, en algunos casos, algunas personas, sospecho, estarán aquí durante bastante tiempo”, añadió.
stralia lia Los refugiados, incluidos 37 bebés, habían sido llevados a Australia desde Nauru para recibir tratamiento médico. Bajo la polémica política de inmigración australiana, los solicitantes de asilo que tratan de llegar al país en barco son interceptados y enviados a campos de Nauru o en la isla de Manus en Papua Nueva Guinea. Pero nunca pueden ser reubicados en Australia.