Rajoy y Trump hablaron por teléfono a las 21.45; según ha informado la Casa Blanca y ha confirmado La Moncloa. ¿De qué hablaron? Pues nosotros te vamos a contar parte del diálogo que no se ha hecho público.
– Hola, Donald, ¿qué tal estás? (permíteme que te llame Donald pero es que prefiero llamar por su nombre a los amigos).
– Hello Mariano. ¿Qué tal el tiempo por España?
– Bien Donald, temperaturas suaves “a pesar de los pesares”.
– Yeahhhh, es cierto; corren tiempos difíciles. Ya ves lo que me están haciendo los jueces. Un juez federal de Seattle me bloqueó el viernes pasado; pero no de su cuenta del “feisbú” sino que manda narices, tuvo el valor de bloquear mi genial idea de vetar la entrada de musulmanes a esta, nuestra gran nación, justo una semanita después de firmar la Orden Presidencial.
– Ya, ya, entiendo, amigo Donald. Pero mira la parte buena de las cosas. Mientras los medios lobotomizan a “la masa” con tus medidas migratorias y lo del muro con México, ya nadie se acuerda de mis medidas migratorias en España.
– Ah, Mariano, ¿pero tú también tienes medidas migratorias?
– Sí, algo hacemos, Donald; algo hacemos. Tenemos unas vallas de alambres con unas concertinas que dicen que hieren pero que solo hacen rasguños de poca monta a quienes intentan venir a este, nuestro Reino, el Reino de España.
– ¿Sí? ¿Y te funcionan, Mariano? Bueno, ayudamos a los marroquíes para que nos hagan un poco de contención pero a veces la cosa se nos va de las manos. Justo esta semana se ha conmemorado el tercer aniversario de El Tarajal. 15 jóvenes que murieron ahogados cuando intentaban alcanzar a nado nuestra tierra, mientras la Guardia Civil utilizaba botes de humo y pelotas de goma para disuadirles.
– Ostias Mariano, lo de tu Gobierno es muy fuerte.
– Spain is diferent, Donald; Spain is diferent. Fíjate que nos habíamos comprometido a acoger a 17.680 pero sólo hemos acogido a 481. Es que no está de moda acoger refugiados; que si no, la opinión pública se me puede echar encima.
– Hombre, Mariano, pues tendré que hacer más migas con la prensa, con lo repugnantes que son, para ver si hablan más de tus políticas migratorias y no de las mías.
– Este… ejem…. ¿por dónde íbamos, Donald? Es que me llama Elvira para la cenar; ya si eso hablamos otro día.
– ¿Pero tan tarde cenan en España, Mariano? Si van a ser las 10 de la noche, hombre!
– Spain is diferent, Donald; ya te lo dije, Spain is diferent.
